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INSCRIPCIÓN EPIGRÁFICA EN LA ERMITA DE SANTA JULITA, EN LOS AUSINES (BURGOS)

José Luis MORENO PEÑA

En 1976 José Borja Manrique me entregó una fotografía de una inscripción epigráfica incrustada en el muro de la antigua ermita de Santa Julita, en el coto redondo San Quirce, de Los Ausines (Burgos). La había descubierto en una de sus salidas por la provincia de Burgos como miembro del grupo scout del que formaba parte. El hallazgo no era sólo fruto de la casualidad. Se incardinaba en la trayectoria del ideario del escultismo burgalés de aquella época y surgía, naturalmente, de un giro del gozne en que se basaba su programa formativo, en clave autogestionaria y potenciador de vocaciones diversas, entre ellas la curiosidad histórica, animada por el acicate de su consiliario, Jaime Luis Valdivielso Arce. La visión del venerable conjunto arquitectónico, formado por el templo-colegiata de San Quirce, varios edificios anexos, algunas ruinas que en sus proximidades resistían al paso del tiempo y la antigua ermita de Santa Julita, llamó la atención de aquel adolescente 1.

Hoy, al dar noticia de este objeto epigráfico, que se reproduce a continuación (Fig. 1), pretendemos ofrecer elementos para facilitar su estudio y, en su caso, edición crítica, que aquí no se presenta. Sí haremos, en cambio, una breve descripción de sus características y algunas observaciones sobre el contexto local, entorno geográfico y encuadre temporal en que se sitúa, condiciones necesarias para su análisis.

La inscripción, de cuatro líneas, en las que hay caracteres griegos, sin elementos decorativos o simbólicos, aparece en un soporte de piedra caliza, que forma un bloque paralelipédico. Está escrito en una de sus dos superficies visibles con unas dimensiones próximas a un metro de longitud, en dirección horizontal, y cuarenta y cinco centímetros de altura. El sillar, cuyas otras dos caras están encajadas y ocultas en el muro de la antigua ermita de Santa Julita, forma parte de una de las esquinas de su cabecera, la del ángulo SW.

inscripción en la ermita de Santa Julita (San Quirce)

inscripción en la ermita de Santa Julita (San Quirce)

El estado de conservación es bueno, aunque la parte inicial del texto es ilegible, al haberse picado las primeras 4 ó 5 letras (parte superior izquierda). La inscripción ocupa todo el espacio de la superficie, hasta el borde, si bien en su parte final queda libre la segunda mitad de la última línea. inscripción en la ermita de Santa Julita (San Quirce) Algunos líquenes contribuyen, en unión de las sombras, a difuminar el trazo que dibuja el contorno de las letras.

Sobre este bloque, y con igual disposición de esquinero, se dispone otro sillar, en el que están grabadas en caracteres romanos tres letras —V M I— y, bajo ellas, un signo iconográfico.

El coto redondo San Quirce, de Los Ausines (Burgos), en el que se enclava la ermita, corresponde al antiguo dominio territorial de una pequeña comunidad cuasi monástica cuya vida secular se extinguió traumáticamente a principios del segundo tercio del siglo XIX como consecuencia de la incautación por el Estado de las propiedades de su Colegiata, subastadas en 1844. La mayor parte de su superficie era carrascal de encina, una pequeña porción se dedicaba a tierras de pan llevar y había unos minúsculos huertos junto a un mermado y humilde caserío, escondido en la cuna que forma un apenas insinuado valle junto a la iglesia-colegiata en torno a la cual se organizaba la vida conventual. Cerca, a 300 metros de distancia, en el borde de una plataforma horizontal, elevada unos 50 metros sobre el pequeño conjunto abacial, se rendía culto a Santa Julita y a su hijo Quirico en una rústica ermita. En sus proximidades se constituiría la primigenia comunidad religiosa altomedieval.

Desde esta elevada plataforma —1.000 metros—, configurada por una superficie de arrasamiento a partir de calizas cretácicas, se otea un paisaje cercano salpicado de sugestivos enclaves de época tardoantigua y altomedievales.

Hacia el N, muy cerca, se ve el solar del núcleo celtibérico y romano de Los Ausines. Algo más alejados, en la misma dirección, se divisan los cerros de Modúbar de San Cibrián, con restos de asentamiento romano. Cerca, en la misma paramera, virando ligeramente al NW, en Cardeñajimeno, se extiende el espacio cuya toponimia y vestigios materiales dan noticia de su ascendencia con cultura y poblamiento iberos 2.

Por el S, a pocos centenares de metros, el horizonte se cierra con las crestas calcáreas más occidentales de este sector de la Cordillera Ibérica, en cuyas rocas, en Hontoria de la Cantera, se abrieron explotaciones de piedra caliza en época romana. Han sido desde entonces hasta nuestros días fuente de acopio de materia prima para construcciones y monumentos diversos y para buena parte de las numerosas lápidas y estelas romanas y altomedievales desperdigadas por la comarca.

A unos centenares de metros de distancia, en la misma plataforma de arrasamiento en que se asienta Santa Julita, en dirección E, se ven, ligeramente elevados, los castros de Quintana, en Quintanalara, con poblamiento celtibérico y romano y con curiosas estructuras constructivas en los riscos de Peñadobes.

Virando algo, hacia una orientación NE, y también muy cerca, Revilla del Campo guarda diversos restos de un pasado romano.

Parece, pues, que en el contexto de una red tupida de poblamiento se podría asignar a este lugar de Santa Julita una posición favorable como punto de intercomunicación en época tardorromana. Esta circunstancia parece acreditada en épocas posteriores 3. De hecho, hasta el último cuarto del siglo XX varios caminos, especialmente los de los Ausines y Revilla del Campo a Hontoria de la Cantera y Cubillo del Campo, se adentraban en el coto y lo cruzaban. En este contexto cabe citar lo señalada que era la celebración de la festividad de San Quirce, el 16 de junio. No sólo reunía en romería alrededor de la ermita a los visitantes de los pueblos circunvecinos sino que era lugar y día de cita de una feria en la que se hacía la contratación de criados para las labores agrícolas del verano. Esta fiesta, que se celebró hasta finales del primer cuarto del siglo XX, podemos considerarla como pervivencia de una cierta centralidad de comunicaciones en relación con el entorno más próximo.

En otro nivel de escala habremos de encuadrar este lugar en un área espacial más amplia, en relación con el núcleo principal situado más al E, tanto en época tardoantigua como en tiempos altomedievales. En efecto, en su época tardoantigua el emplazamiento de San Quirce y Santa Julita se adscribe geográficamente al conjunto que tiene su centro en el núcleo romano que se emplazaba en el territorio de la actual Lara de los Infantes. Forma su sector más noroccidental en su prolongación hasta los lugares de Revilla del Campo, Los Ausines y Hontoria de la Cantera. En todos ellos se han localizado lápidas y estelas relacionadas con el conjunto epigráfico de Lara 4. Con ellas tiene también afinidades tipológicas una parte de estela decorada encontrada en el enclave de Santa Julita 5.

En siglos pasados, Argáiz, Berganza y el P. Flórez documentaron varios hitos de la trayectoria del conjunto abacial de San Quirce 6. Sobre el triste estado de abandono y deterioro progresivo del templo colegial tras la desamortización y la descripción artística de su iglesia románica escribieron Martínez Añíbarro y Amador de los Ríos en el siglo XIX 7. Posteriormente Justo Pérez de Urbel y Luciano Serrano dieron noticia de algunos de sus aspectos artísticos e históricos 8.

Diodoro Sáiz de la Roma compendió en las 68 páginas de su monografía la Antigua Abadía de San Quirce, publicada en 1974, los hechos más significativos de su devenir histórico, incluidos algunos referidos a su época fundacional y primeros tiempos, menos tratados por otros autores 9.

Asimismo, Amanda Dotseth ha elegido San Quirce como tema de investigación para la elaboración de su tesis doctoral San Quirce de Burgos: Piety and Patrimony in the Long Life of a Romanesque Church.

Se ha presentado el origen del primitivo cenobio de San Quirce, a principios del siglo X, como iniciativa de Fernán González tras una victoria sobre los moros. E. Flórez situó la fundación en el año 925 10. Argáiz proponía el 926 11. Berganza la retrasaba al 928 12. En 929 —30 de abril de 929— está fechado un diploma de Fernán González que se ha considerado como fundacional del cenobio 13. Esta fecha se repite en diversas publicaciones 14. Pero la autenticidad de este documento ha sido puesta en duda 15.

Tampoco hay certezas documentales de la trayectoria de la primera época de esta fundación. Se transformó en el siglo XI y quedó bajo la dependencia de los obispos de Burgos, y se configuró en el XII como cabildo colegial de canónigos, organización que se mantuvo hasta su desamortización en el siglo XIX. Su centro de actividad lo constituía el templo-colegiata. A ese período se refieren en lo esencial los estudios citados en líneas anteriores, que se dedican, básicamente, a la descripción de la iglesia románica.

En cambio, la antigua ermita de Santa Julita no ha suscitado la atención de los estudiosos. Aunque se encuentra en el origen de la fundación del cenobio de San Quirce, apenas si ha sido citada esporádicamente, hasta las investigaciones, en fecha reciente, de Julio Escalona Monge, especialmente en la que lleva por título Transformaciones sociales y organización del espacio en el Alfoz de Lara en la Alta Edad Media, que incluye interesantes referencias a los orígenes y primera etapa del centro religioso de San Quirce 16. Se plantea la incorporación del análisis de elementos no considerados en los estudios señalados anteriormente de E. Flórez, L. Serrano, L. Huidobro y otros. Con una nueva orientación, se ha interesado por la realidad y status de los primeros tiempos de este centro monástico como integrante de un conjunto territorial, administrativo y político más extenso, el del Alfoz de Lara en la alta edad media.

"El conjunto arqueológico de san Quirce —señala Escalona— consta de un caserío hoy despoblado, las ruinas de la antigua abadía románica y la ermita originaria de San Quirce y Santa Julita, edificio muy sencillo, pero que podría remitir a un centro de culto altomedieval"17.

Frente al carácter problemático de que puede adolecer esta hipótesis dada la probable adulteración de la fecha en el diploma dotacional, datado en el año 929, piensa Escalona, para quien este lugar es "el centro monástico más notable de los incluidos en el alfoz", que, aunque sea falso, "refleja aspectos que pueden considerarse válidos si no se toma con rigor la fecha de 929" y llama la atención sobre el interesante aspecto del factor de situación geográfica del enclave, "in suburbio civitatis que dicitur Agosin [...] via qui itur de Cupillo in Agosin", lo cual nos pondría "en contacto con la realidad [...] de un denso trazado viario [en los siglos X y XI] dentro el alfoz" 18. Esta suposición podríamos retrasarla significativamente en el tiempo hasta época tardorromana si tenemos en cuenta tanto el entorno arqueológico en el área comprendida en los pueblos próximos como los testimonios materiales que se encuentran en el solar en que se asienta la propia ermita. Elemento que ayude a esclarecer estos planteamientos puede ser la inscripción epigráfica a que se refiere esta nota y otros elementos materiales que se disponen en su entorno inmediato y que citaremos más adelante.

Restos de la edad del hierro y de época romana aparecen en un conjunto de yacimientos próximos, principalmente en los Ausines —restos del castro celtibérico, restos romanos, en el alto del Castillo, en su ladera y en varios lugares de sus barrios—, Modúbar de San Cibrián —monedas romanas en la Gancharra—, Modúbar de la Emparedada —Altotero, con cerámicas romanas—, Hontoria de la Cantera —monedas y otros objetos de época romana—, Quintanalara —los Castros, con restos celtibéricos y romanos—, Revilla del Campo —iglesia, Revilla de la Fuente, iglesia de San Juan, que prolongan anteriores asentamientos romanos y alguna función de culto en la edad media—, y Salgüero de Salce o Salgüerito.

"Es interesante advertir —comenta Escalona— que, aunque fuera de los límites medievales del Alfoz de Ausín, existen dos puntos fortificados que pueden tener importancia para interpretar la situación a largo plazo. En el extremo sudeste del alfoz, ya dentro del territorio de Lara, se sitúa el castro de Quintanalara, cuya conexión visual con Ausín podría hacer pensar en una dependencia respecto de éste, aunque este extremo es absolutamente hipotético, por el momento. En el extremo opuesto, al noroeste, se encuentra el enclave del Altotero de Modúbar, que presenta hallazgos cerámicos de época bajorromana, lo que permitiría pensar en una posible conexión con el Castro de Ausín. Sin embargo, de nuevo estamos a la espera de prospecciones más intensas que permitan aclararlo" 19.

El enclave de la ermita de Santa Julita se localiza en una situación central de comunicación entre el castro de Quintanalara y los otros puntos citados.

A esta confluencia de distintos lugares de poblamiento hay que sumar otra circunstancia, la abundante manifestación de estelas y lápidas de época romana 20. Se conservan vestigios en la propia ermita originaria de Santa Julita y en sus proximidades, como el fragmento de estela localizado en una pared, ya citado 21. Acerca de ella comenta Escalona Monge que "es poco probable que la estela en cuestión provenga de un área muy lejana". Y añade que "quizá no habría que descartar la presencia de una necrópolis romana en las inmediaciones" así como que "en torno a la ermita de Santa Julita se recogen cerámicas romanas comunes. Ambos datos permiten conjeturar la existencia de un poblamiento anterior en la zona [...] que es poco probable que se trate de un punto fortificado de época prerromana o romana [...] dudoso que se trate de una villa, dada la cercanía del asentamiento de Hontoria y el emplazamiento, a algo más de 1.000 m. de altitud, en una zona de aprovechamiento forestal y poco apta para el cultivo. Como hipótesis, cabe pensar en un lugar sacral de época prerromana, mantenido en época romana y que albergaría posteriormente al monasterio altomedieval y al templo románico" 22.

Corrobora el atractivo de estas suposiciones la existencia de la inscripción epigráfica que es objeto de esta nota, con el interés añadido de la presencia de caracteres griegos en su grafía. Igualmente está atestiguada le existencia de una necrópolis junto a la ermita, con sepulturas esculpidas en piedra y presencia de enterramientos infantiles. No hay, de momento datos para su identificación como de adscripción romana. Pero sí que parece plausible, como señala Escalona Monge, suponer la existencia de un lugar sacral prerromano, mantenido como sitio de culto en época romana y que albergaría posteriormente al monasterio altomedieval, al que sustituyó un nuevo cenobio, convertido después en cabildo de capellanes de la colegiata románica, en torno a la cual se construyeron las viviendas de los canónigos y sirvientes, parcialmente conservadas en el pequeño núcleo de poblamiento actual.

 

N O T A S

1 Atraído por el misterio emanado de tan romántico reducto, se interesó por su estudio, aunque los resultados de su investigación no se han publicado.

2 CASTRILLO BENITO, Nicolás. "Advocaciones de San Pedro en tierras burgalesas. Atributo del Apóstol en el topónimo ibérico Cardeñajimeno", Boletín de la Institución Fernán González, LXXIII, 209, 1994/2, págs. 371-380.

3 "... in honore illorum basilica est fundata in suburbio civitatis quae dicitur Agosin offerimus ad integrum [...] ex alia parte similiter finitur in via que dicitur de Cupillo in Agosin [...] de quarta vero parte determinatur terminus in via quaevadit per Quintanas". ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE BURGOS. Sign. V-25. Donación hecha por el conde Fernán González y su esposa Doña Sancha del término de Los Ausines y sus pertenencias al Monasterio de San Quirce (30-IV-929).

4 ABÁSOLO ÁLVAREZ, José Antonio. Epigrafía romana en la región de Lara de los Infantes. Burgos. Diputación Provincial de Burgos. 1974. 181 págs.; "Las estelas decoradas de la región de Lara de los Infantes. Estudio iconográfico", Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, XLIII, 1977, págs. 61-97.

5 "Los Ausines. San Quirce (lám. VI, 5).- Fragmento de estela localizado en la pared interior O de una de las tenadas de la ermita de Santa Julita. Triple motivo concéntrico a base de radios curvos levógiros, ángulos y aspas a bisel. Tipológicamente corresponde al grupo de estelas de cabecera discoide levemente acusada". ABÁSOLO ÁLVAREZ, José Antonio. "Recientes hallazgos de lápidas romanas en la provincia de Burgos", Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, L, 1984, pág. 212.

6 ARGÁIZ, Gregorio de. La soledad laureada de San Benito y sus hijos en las Iglesias de España y teatro monástico de Asturias y Cantabria, tomo VI. Madrid. Antonio de Zafra. 1675. 713 págs., cf. pág 284; BERGANZA, Francisco de. Antigüedades de España propugnadas en las noticias de sus reyes, parte primera. Madrid. Francisco del Hierro. 1719, cf. págs. 194-195.; FLÓREZ, Enrique. España Sagrada, t. 27. Madrid. Antonio de Sancha. 1772. 879 col., cf. cols. 39-44.

7 MARTÍNEZ AÑÍBARRO, Manuel. "La abadía de San Quirce. Descripción histórica y pintoresca de este interesante monumento", Juegos Florales de Burgos. Composiciones premiadas en los certámenes celebrados en esta capital bajo los auspicios del Ayuntamiento, durante las ferias de San Pedro y San Pablo en los años de 1878 y 1879. Burgos. Imprenta de la Viuda e Hijo de T. Santamaría. 1879. 82 págs., cf. págs. 67-78; AMADOR DE LOS RÍOS, Rodrigo. España. Sus monumentos y artes. Su naturaleza e historia. Burgos. Madrid. 1888. 1.081. págs, cf. págs. 995-998.

8 PÉREZ DE URBEL, J.; MUIR WHITEHILL, Walter. "La iglesia románica de San Quirce", Boletín de la Academia de la Historia, tomo 98, 1931, págs. 795-812; SERRANO, Luciano. El obispado de Burgos, t I, págs. 159-162, 168; t II, págs. 37-38, 236-237; t III, págs. 19-23, 216-220.

9 SÁIZ DE LA ROMA, Diodoro. Antigua Abadía de San Quirce. Burgos. Imprenta Monte Carmelo. 1974. 68 págs.

10 FLÓREZ. España Sagrada, tomo 27, pág. 40.

11 ARGÁIZ, G. de. Soledad laureada, tomo VI, pág. 284.

12 BERGANZA, F. de. Antigüedades de España, págs. 194-195

13 ARCHIVO HISTÓRICO DE LA CATEDRAL DE BURGOS. Sign. V-25. Donación hecha por el conde Fernán González y su esposa Doña Sancha del término de Los Ausines y sus pertenencias al Monasterio de San Quirce (30-IV-929).

14 "On a attribué au comte Fernán González la dotation en 929, du monastère de San Quirce de los Ausines (plus tard église collégialle). La méme année sa mer [Munia Dona] établit une communauté à Santa María de las Viñas", S. Ruiz, Burgos. "Burgos (diòcese)", Dictionnaire d'Histoire et de Géographie éclésiastiques, t. X, 1938, col. 1.317. París. 1938.

15 ESCALONA MONGE, Julio. "Épica y falsificaciones documentales en la Castilla medieval", Realidad, ficción y autenticidad en el mundo antiguo. La investigación ante documentos sospechosos. Murcia. 2014. 448 págs. cf. pág. 178.

16 ESCALONA MONGE, Julio. Transformaciones sociales y organización del espacio en el Alfoz de Lara en la Alta Edad Media. Madrid. Universidad Complutense de Madrid. 1995. 977 págs. Tesis doctoral, disponible en https://eprints.ucm.es/2447/ [Repositorio de la Universidad Complutense de Madrid].

17 ESCALONA MONGE, Julio. Transformaciones sociales..., pág. 379

18 ESCALONA MONGE, Julio. Transformaciones sociales..., pág. 373.

19 ESCALONA MONGE, Julio. Transformaciones sociales..., pág. 367, nota 228.

20 ABÁSOLO ÁLVAREZ, José Antonio. Epigrafía romana en la región de Lara...; "Las estelas decoradas de la región de Lara de los Infantes..."; ABÁSOLO ÁLVAREZ, J. A.; RUIZ VÉLEZ, Ignacio. Carta arqueológica de la provincia de Burgos. Partido judicial de Burgos. Burgos. Diputación Provincia. 1977.

21 ABÁSOLO ÁLVAREZ, José Antonio. "Recientes hallazgos de lápidas romanas...", pág. 212.

22 ESCALONA MONGE, Julio. Transformaciones sociales..., págs. 379-380.